¿Qué es la terapia familiar?

La familia está integrada por personas unidas a través de relaciones filiales (padres, hijos, hermanos) formando una especie de sistema abierto en el que sus miembros están estrechamente relacionados. Y debido a esto cualquier conducta puede afectar a la dinámica familiar, surgiendo disputas, malentendidos, respuestas emocionales inadecuadas.

Cuando los miembros de la familia no saben gestionarlo por su cuenta es necesaria la ayuda de un terapeuta para la mediación de los conflictos.

Los conflictos familiares más comunes se dan:

– Entre hermanos.

– Entre padres e hijos.

– Entre los padres.

– Con la familia política.

– Con los abuelos.

Los problemas familiares más frecuentes son:

– Falta de comunicación: problemas para la expresión de las emociones o necesidades.

– Conflictos dentro de la empresa familiar

– Conductas inadecuadas o impulsivas como consumo de sustancias, peleas, alcohol…

– Problemáticas en la adaptación al cambio: divorcio, llegada de un nuevo miembro a la familia, pérdidas del trabajo, cambios de domicilio, muerte de seres queridos, o gestión de las herencias.

– Problemas laborales.

– Patologías de algún miembro de la familia: enfermedades incapacitantes o crónicas tanto a nivel físico como mental.

– Excesiva rigidez o permisividad: problemas en la gestión de normas muy estrictas o permisivas, coartando libertades de los otros miembros de la familia.

– Gestión de las tareas cotidianas: distribución de las responsabilidades de las tareas del hogar, administración de la economía familiar…

– Conflictos externos de los hijos: problemas con los amigos, adaptación a nuevo colegio, rechazo de los amigos…

– Toma de decisiones: permitir decisiones o denegarlas a algún miembro de la familia, no saber negociar ni ceder…

– Falta de respeto: insultos, gritos, agresiones…

– Diferencias sociales, culturales, o económicas entre los diferentes hogares.

 

Tratamiento psicoterapéutico:

El objetivo de la terapia familiar es la búsqueda de soluciones a los conflictos para mejorar la dinámica familiar.

– Modificación de los pensamientos y creencias limitantes que están generando los problemas dentro del núcleo familiar.

– Trabajar el respeto deseos y necesidades de cada miembro de la familia.

– Incrementar la comprensión mutua y el apoyo emocional.

– Debe trabajarse el desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de conflictos.

– Desarrollo de actividades de cohesión familiar.

– Técnicas de autocontrol para los miembros de la familia según las necesidades y situaciones dentro del núcleo familiar. 

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