Problemas en el trabajo:

El trabajo puede tener dos dimensiones: 

– Puede ser una fuente de satisfacción personal ya sea porque sea algo vocacional y motivador, o porque nos suponga un desafío respecto a nosotros mismos, y por tanto sea una actividad de desarrollo personal remunerada.

– Nosotros nos centraremos en los problemas en el trabajo como una fuente de insatisfacción cuando genera conflictos interpersonales, o se perciba como una actividad poco motivadora, o generadora de estrés a nivel psicológico o físico. Cuando llega el lunes el trabajo puede ser que se convierta en ansiedad anticipatoria, angustia, estados de mal humor o animo bajo.

 

¿Qué conflictos pueden surgir en el trabajo?

Se pueden mencionar los siguientes entre los que causan mayor deterioro a nivel de la salud psíquica y emocional:

Conflictos con los jefes o compañeros: la persona no encuentra recursos o estrategias, lo que redunda en la disminución de la calidad del trabajo y de la satisfacción personal.

Burnout: síndrome de estar quemado o desgaste profesional. Ante la situación de estrés aparece la desmotivación, embotamiento emocional, ansiedad y peor rendimiento.

Estrés laboral. Las horas excesivas, la Incertidumbre por el puesto de trabajo, o las demandas demasiado altas, generan un desgaste a nivel físico, mental y emocional que afectará en paralelo a la vida personal.

Mobbing o acoso laboral. Se somete a la persona a un maltrato psicológico dentro de la empresa, generando estrés, depresión, ansiedad, falta de confianza y problemas de autoestima.

– Otros ejemplos de conflictos laborales son la mala comunicación, falta de colaboración dentro del trabajo en equipo, jefes o compañeros tóxicos, recortes abruptos de personal, falta de reconocimiento e incentivos, o las horas extras sin remuneración.

¿Cuáles son las consecuencias causadas por los problemas laborales?

Ámbito emocional: ansiedad, depresión e irritabilidad.

Ámbito social: cambios de humor, falta de interés por el entorno,  aislamiento…

Ámbito cognitivo: falta de concentración, fallos de memoria, dificultad para el aprendizaje, sensación de estar desbordado…

Ámbito laboral: problemas para la resolución de conflictos, inseguridades en la toma de decisiones, y menor rendimiento laboral.

Ámbito fisiológico: cansancio, problemas de sueño, dolores de cabeza, palpitaciones, mareos, o tensión muscular.

Ámbito Personal: la persona percibe su valía mermada tanto social, laboral, presentando problemas de inseguridad y autoestima.

 

Tratamiento psicoterapéutico:

-Reducir el nivel de tensión causada por la ansiedad mediante técnicas de relajación, respiración y autocontrol emocional.

-Reestructuración cognitiva: debe trabajarse los pensamientos negativos y las creencias limitantes.

– Reducir los estados de depresión y desmotivación.

-Establecimiento de prioridades para afrontar la confusión.

– Estrategias para la resolución de problemas.

– Mejorar la adaptación a los cambios.

-Técnicas de autoestima y autoafirmaciones.

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