Qué son las enfermedades psicosomáticas:
Las enfermedades psicosomáticas son unos síntomas inexplicables desde el punto de vista médico, que no son atribuibles a una enfermedad física, fracasando los tratamientos médicos convencionales.
Existe una estrecha relación entre el estrés y la salud, por el gran impacto que las situaciones sociales, las emociones y los pensamientos tienen sobre las enfermedades.
Cuando hablamos de enfermedades psicosomáticas se refiere a los síntomas físicos que se producen por razones psicológicas.
Cuando los síntomas psicosomáticos dejan de ser una respuesta fisiológica normal y afectan al bienestar y capacidades, esto tendrá consecuencias como angustia y una gran dificultad para gestionar las situaciones que se estén atravesando.
Tipos de enfermedades psicosomáticas:
- Enfermedades dermatológicas: urticarias, eccemas, dermatitis, acné…
- Enfermedades del sueño: insomnio bruxismo…
- Enfermedades del sistema inmunitarios: alergias, infecciones…
- Enfermedades crónicas: fibromialgias, cefaleas, artritis reumatoide…
- Enfermedades endocrinas: hipertiroidismo, hipotiroidismo, diabetes…
- Enfermedades cardiovasculares: taquicardias, arritmias…
- Enfermedades respiratorias: sensación de ahogo, opresión en el pecho…
- Enfermedades del sistema digestivo: náuseas, vómitos…
Cómo aparece una enfermedad psicosomática:
Hay estados emocionales muy intensos como la ansiedad, el estrés, o el miedo, que desencadenan muchas respuestas a nivel corporal aumentando el nivel de cortisol, que es la hormona de la ansiedad. Si no sabemos gestionar estos estados, aumentarán los síntomas físicos ligados a tales estados.
Todos somatizamos nuestras experiencias emocionales. El problema surge cuando hay personas más sensibles a las somatizaciones y se convierte en ansiedad, conflictos irresueltos, traumas, sensación de culpabilidad, emociones negativas con diálogo interno pesimista y emociones reprimidas.
Tratamiento Psicoterapéutico:
Psicoeducación: para comprender la problemática, su origen, dinámica y los factores que inciden en su génesis y que lo mantienen.
Examinar y adaptar las creencias y expectativas sobre la salud y los síntomas físicos. Modificación de los pensamientos disfuncionales.
- Técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en relajación y respiración diafragmática abdominal.
- Entrenamiento en gestionar los conflictos o problemas diarios.
- Estrategias de actitud positiva, que mejoran el bienestar físico.
- Técnicas de autocontrol y manejo del estrés.
- Entrenamiento en estrategias de afrontamiento para minimizar el impacto de los síntomas.
- Técnicas de gestión emocional para regular tus emociones cambiando el sufrimiento por satisfacción.