Autocontrol: problemas por falta de control de impulsos

El autocontrol es la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria con la finalidad de alcanzar el equilibrio personal.

Es una habilidad en la cual están involucrados las emociones, los pensamientos, los comportamientos y la toma de decisiones.

En nuestra vida cotidiana es normal que respondamos con algo de impulsividad, por ejemplo, ante un peligro respondemos con rapidez porque es una respuesta instintiva.

Cuando existe un problema para controlar las emociones y el comportamiento en diferentes situaciones estamos hablando de un problema de control de los impulsos.

Esta falta de regulación provoca que las personas con déficit de control de impulsos tengan tendencia a ejecutar acciones demasiado rápidas, de forma irreflexiva y/o irracional, con incapacidad para inhibir dichas acciones una vez que se han puesto en marcha.

La conducta impulsiva es un comportamiento que debe ser satisfecho de manera inmediata y no valoran las consecuencias de la conducta para sí mismo ni para los demás. Responde a una gratificación inmediata.

Problemas de autocontrol serían: falta de control de la ira, ingesta compulsiva, cleptomanía (robar objetos), tics nerviosos…

Síntomas por falta de control de impulsos: 

– Aumento de la tensión interior provocando un malestar emocional.

– Este aumento de malestar emocional provoca la conducta impulsiva. La persona se vuelve irreflexiva y repite ese patrón.

– La persona se bloquea aunque es consciente de que su conducta no tiene sentido y se perjudica a sí mismo y a los demás.

– Cuando la persona ha realizado la conducta impulsiva experimenta sentimientos de remordimiento y culpa.

– Las acciones impulsivas se convierten en un patrón de comportamiento, que no se pueden controlar a sabiendas que conlleva consecuencias negativas, entrando en un círculo vicioso.

Causas de la falta de control:

– Están relacionadas con un déficit en la función ejecutiva y por ello no puede planificar ni inhibir sus respuestas.

– Problemas de estar sometidos a mucho estrés y ansiedad.

– Personas que han sufrido abusos o educación autoritaria.

– Personas con baja tolerancia a la frustración.

Consecuencias de la falta de autocontrol:

 Dependiendo del tipo de trastorno, pueden aparecer una serie de complicaciones:

– Abuso del alcohol y otras sustancias.

– Depresión unida a sentimientos de culpa.

– Estrés y ansiedad.

– Conflictos familiares y dificultades en las relaciones interpersonales.

– Problemas laborales.

– Dificultades económicas.

– Baja autoestima y una pobre autovaloración. 

– Problemas de conducta…

Tratamiento psicoterapéutico:

 – Psicoeducación: aprender a distinguir las primeras señales que se ponen en marcha en el cuerpo previas al impulso. Explicar de forma detallada en qué consiste el problema o trastorno y cuáles son los factores que lo están manteniendo. 

– Reestructuración cognitiva: detección y modificación de los pensamientos automáticos a pensamientos controlados, adaptativos y constructivos.

– Debe trabajarse las distorsiones cognitivas y las creencias limitantes.

– Programa de autoinstrucciones.

– Técnicas de relajación progresiva y respiración diafragmática abdominal.

– Entrenamiento en pensamiento reflexivo.

– Técnicas de gestión emocional.

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